Algo que debes saber es que aprender a identificar y reconocer un bloqueo mental, es el inicio de su desactivación.
Cuando se dispara en automático la misma respuesta interior ante un tipo de situación, estamos lidiando con el efecto de un bloqueo:
- Piensas y sientes lo mismo cada vez que tu pareja interactúa con otra persona.
- Piensas y sientes lo mismo cada vez que tus hijos salen de viaje.
- Piensas y sientes lo mismo cada vez que en el trabajo modifican tu planificación.
- Piensas y sientes lo mismo cada vez que…
Tenemos una lista muy larga con situaciones cotidianas que nos desestabilizan pero que hemos normalizado porque no son motivo de alarma, porque no son algo “gordo” ni importante.
Sentirnos bien de forma permanente y en cualquier momento debería ser una prioridad, pero parece que lo hemos vinculado a momentos de fiesta y celebración.
En realidad, los bloqueos amordazan y desdibujan nuestra personalidad esencial.
Pero la buena noticia es que un bloqueo mental es solo un desajuste que tienes el potencial de superar y convertir en la causa de una nueva versión de ti.
Un bloqueo no siempre tiene un origen dramático, sus efectos en cambio sí lo son. Una definición sencilla y transversal de “bloqueo”.
Un bloqueo es ausencia de movimiento en algo que naturalmente lo tiene.
La vida es movimiento y el movimiento es vida.
Todo lo que está vivo, sea tangible o no lo sea, tiene movimiento. Nuestros pensamientos también.
La mente es capaz de generar infinitos pensamientos, pero tendemos a reproducir una y otra vez los mismos paquetes de ideas, argumentos y discursos.
Cuando algo que está diseñado para moverse expansivamente hasta el infinito (la mente), queda atrapado en un pequeño espacio, es análogo a perder el movimiento.
Como seres humanos, tenemos la capacidad de movernos. Se mueve nuestro cuerpo y se mueve nuestra mente.
Podemos estar caminando hacia un lugar y al mismo tiempo la mente puede estar inmóvil en el mismo punto, perdida en los mismos pensamientos. Parece que avancemos, pero solo en apariencia, debido a la divergencia entre la acción y la razón del corazón.
El verdadero avance se produce cuando deshacemos los bloqueos mentales que nos impiden expandir nuestro pensar y nuestro sentir.
No es tan importante el origen de nuestros patrones internos de pensamiento, a veces nos perdemos en ese punto.
Saber el “porqué” nos ayuda, pero lo que es primordial, es detectar que existe una incomodidad que nos disgusta, y comprender que está causada por una falta de movimiento expansivo en nuestro interior.
¿Resulta posible identificar por uno mismo sus propios bloqueos mentales?
¡Totalmente sí! Aunque como en todo, existen matices.
Es de suma importancia comprender el automatismo que está integrado en nosotros.
Cuando algo está integrado, es difícil disgregarlo porque lo conocemos en estado de integración.
Al aceptar cualquier situación como normal, dejamos de prestar atención, y esa es la principal base para poder identificar un bloqueo: aprender a prestar atención, la auto observación.
La directriz es muy sencilla: reconocer sin juicio que, a pesar de todos los “peros” y los “es ques” propios y del mundo, “esto, sea lo que sea, no me hace sentir bien”.
Da igual de lo que estemos hablando, da igual la situación a la que nos estemos refiriendo, de verdad, no importa. Hay que parar y aceptar interiormente sin vergüenza y sin tapujos que “esto no me hace sentir bien”.
En un inicio nos vamos a referir a la situación, pero una vez hemos reconocido que no nos gusta cómo nos sentimos, hay que dar un paso más y ver que lo que nos disgusta es lo que nos hacen sentir nuestros pensamientos sobre lo que sea que estemos viviendo.
Y en esa observación, con la atención puesta en lo que se mueve en nosotros cada vez que estamos en esa situación, podemos ver que siempre se mueve lo mismo.
No resulta fácil cambiar un pensamiento arraigado, pero sí lo es identificarlo mediante la observación.
En ese punto, sí puede resultar práctico contar con ayuda externa para ver el alcance y el mecanismo de ese bloqueo.
Cuando lo comprendes, es mucho más sencillo desanudarlo de ti.
Es como un nudo en una cadenita de oro. Lo deshaces porque primero lo miras, observas y ves desde dónde empezar a moverlo para a aflojarlo. Lo deshaces con cariño, paciencia y comprensión.
¿Por qué cuesta tanto deshacer un bloqueo mental?
Retomando el hilo anterior, el motivo principal es el arraigo que tenemos a nuestros patrones de pensamiento.
La mente nos trae constantemente los mismos paquetes de ideas, y lo hace porque “entiende” que esa información es valiosa para nosotros, por eso la conserva y “cree” que gracias a ella, nos mantenemos a salvo.
Nuestra mente es nuestra gran aliada, está a nuestro servicio, pero nosotros hemos invertido la jerarquía y funcionamos justo al revés, es decir, nos dejamos regir por ella.
Desde ahí, es relativamente fácil razonar que si el orden natural es que somos nosotros los que dirigimos el flujo, debemos ser nosotros los que revisemos y descartemos esos paquetes de ideas y pensamientos, porque fuimos nosotros los que les dimos entrada, cabida y validación.
Lo hicimos por herencia, por respeto, por fidelidad, por repetición o comodidad, no importa ni debemos enjuiciarnos por ello. Pero sí podemos reconocer felizmente que igual que tuvimos la capacidad de aceptar toda esa información que es la que opera ahora en nosotros, tenemos la misma capacidad para desecharla y dar cabida a otra.
Ciertamente la mente se resiste. Desprenderse de todas las creencias que conforman tu identidad, implica para ella desprenderse de ti y por ende, implica su propia desaparición.
Este orden invertido de jerarquía hace que el conjunto mente+ser se exprese en modo supervivencia.
Por eso, en una primera fase y una vez identificado un bloqueo, la mente sigue disparando las “antiguas” estructuras, las mismas composiciones que siempre dieron buenos resultados (seguimos vivos), y lo hace incansablemente.
Pero recuerda que…un bloqueo mental es un reto totalmente superable.
Y justo ahí entramos nosotros, en un proceso amoroso de redireccionamiento que debe asentarse sobre una firme decisión interna de no querer seguir pensando lo que sea que pensemos sobre lo que sea que estemos viviendo, porque no nos gusta cómo nos hace sentir.
¿Podemos llegar a tener tantos bloqueos?
En realidad no. Recordemos que un bloqueo es falta de movimiento en algo que naturalmente lo tiene.
Cuando hablamos de bloqueo hablamos de falta de movimiento expansivo en nuestro interior, en nuestra mente.
Lo que nos produce malestar y nos llama la atención es el resultado de esa falta de movimiento expansivo, que vemos reflejada en diferentes situaciones.
Por lo tanto, vamos a hablar de determinados bloqueos o dificultades porque necesitamos concretar e identificar las cosas debido a nuestra configuración, pero todas tienen un denominador común; falta de movimiento expansivo.
Una dificultad afecta transversalmente a muchas situaciones en diferentes ámbitos, por lo que deshaciendo o transformando un paquete de información, notamos el cambio en nosotros de una forma muy amplia.
Esto se logra mediante la ampliación o expansión de la conciencia.
Muchas veces no asociamos un bloqueo con varias situaciones porque éstas suceden en diferentes ámbitos.
Si yo tengo un bloqueo relativo a la autoridad (creencias arraigadas que me llevan a pensar siempre de determinada manera), voy a tener fácilmente situaciones variopintas que quizás no sepa relacionar de inicio: relación padres e hijos y viceversa, relación con jefes, relación con cuerpos de seguridad, y en definitiva con cualquier persona que en determinado momento ejerza la figura de autoridad.
Si resuelvo mi conflicto con la autoridad, todas esas relaciones y situaciones puntuales o recurrentes, van a verse modificadas debido a la transformación de mi flujo de pensamiento.
El poder de la responsabilidad
Nada tiene mayor fuerza que la aceptación del poder de la responsabilidad.
Aceptar que nosotros somos los responsables de nuestra realidad, es una perspectiva emocionante a la vez que inquietante.
Porque inevitablemente llega la pregunta que evadimos porque suena a “me han pillado”:
¿Que yo soy responsable de todo lo malo que he vivido hasta ahora?
¿Y qué hago con todo mi argumentario sobre mi mala suerte, lo que me tocado, lo que me han hecho y lo que nunca me dieron?
Y yo pregunto…¿y qué más da? Eso te sirvió mientras fue útil, no te quedes ahí.
Fíjate en cambio en la fuerza del mensaje: QUE TIENES EL POTENCIAL DE CREAR TU REALIDAD.
Igual que has ido dando muchas cosas por buenas a lo largo de tu vida que han contribuido a crear la realidad que has vivido, de la misma manera, ahora puedes decidir algo diferente para vivir algo totalmente nuevo.
Siempre fuiste la creadora. Antes de forma inconsciente, pero ahora, que ya has decidido y sabes que puedes superar tus bloqueos, puedes liderar una creación consciente y deliberada, con nocturnidad y alevosía.
La mirada interior
La transformación más liberadora proviene del cambio a la mirada interior.
Vivimos con nuestra mirada enfocada en el exterior como si ahí estuviera la causa de todos nuestros problemas y malestares, y ahí es donde intentamos hacer los cambios.
Para ello nos valemos del juicio y la evaluación, lo que genera en nosotros mucho ruido y desorden interior, porque la tarea es magnánima.
Además, sumamos los propios juicios, los que apuntan a nosotros mismos con respecto a todo eso que vemos y con lo que interactuamos. La espiral nunca termina.
La propuesta es pasar del juicio reactivo, a la compasión y comprensión de la mirada interior.
El juicio no está ni bien ni mal, de hecho lo necesitamos a modo de detector, pero solo para ver lo que está desarmonizado en nuestro interior.
Utilizamos el reflejo de fuera para ver lo que ocurre dentro, y ahí nos arremangamos y nos ponemos manos a la obra.
Dejar al mundo en paz para alcanzar la propia paz
Cuando por fin comprendes que tu propia paz proviene de dejar al mundo en paz, la tensión desaparece porque desaparece la dependencia de lo que ocurre fuera, y con ella la desagradable sensación de vulnerabilidad.
Al decidir que quieres cambiar tu visión de lo que ocurre fuera en lugar de intentar cambiar las cosas tal y como son, llega el agradable estado de calma tras una gran tormenta.
Tu mesa abarrotada de carpetas, archivos y papeles, pasa a ser una mesa limpia con una sola hoja en blanco.
Se acabó el interminable trabajo de cambiar el mundo, ahora solo tienes la tarea de mirar y transformar en ti.
El mundo ya no lo hace ni bien ni mal, simplemente es.
Relativizar la vida
Necesitamos relativizar la seriedad de la vida y de las relaciones.
La vida y las relaciones no son difíciles, ni serias, ni dramáticas. La vida y las relaciones forman parte de una aventura de la que quisimos participar, fue algo que quisimos experimentar y dijimos sí a todo cuanto suponía.
La expresión “ser humano” es la suma de verbo y sustantivo. Podemos desarrollarla un poco más y quizás suene más amable y menos seria: nosotros SOMOS, experimentándonos temporalmente como HUMANOS.
Hay tanto por descubrir y explorar más allá de la cárcel de nuestras creencias…
Tu vida es un viaje único e irrepetible. Tú ERES única e irrepetible.
El centro de tu mundo interior eres tú. Es ahí donde reinas y gobiernas, de ese universo es del único que te puedes ocupar. El resto, se acopla en consonancia y armonía.
Y esto simplifica nuestro trabajo exponencialmente.
Pasamos de un paradigma en el que, intentamos cambiar o soñamos con cambiar, todo lo que no es tal y como deseamos, a un paradigma mucho más simple en el que nuestra acción y atención está dedicada en exclusiva a nosotros.
Es desde ahí, centrados en mover nuestro mundo interior, desde donde movemos y diseñamos la manifestación de otra realidad.
Estás totalmente capacitada para afrontar y superar los bloqueos mentales que te impiden avanzar y descubrir quién eres, cuando te sientes libre de las limitaciones de tus creencias.
Te aliento a que te desprendas de los decretos y mandatos, que no te permiten expandirte a cualquier nivel y en cualquier área de tu vida.
Ni es tarde, ni es difícil ni es para otras con mejor suerte. ¡Es para ti y depende de ti!
Sé con total certeza que sientes un profundo impulso de cambiar porque notas que mucho de lo que te ha servido hasta ahora, ya no encaja contigo.
Por eso he preparado para ti una Máster Class gratuita, en la que encontrarás 4 llaves para comprender mejor porqué llegamos a bloquearnos.
En apenas 15 minutos descubrirás más sobre el funcionamiento de los mecanismos que te tienen atrapada y te impiden manifestar tu verdadera identidad y ser quien desees ser.
Deseo que sigas la fuerza del impulso que te ha llevado hasta el final de este artículo y accedas al enlace que te dejo aquí mismo de la Máster Class gratuita.